La calidad del trabajo autónomo, corresponsabilidad de tod@s

El larguísimo trámite que se está desarrollando en la Reforma Urgente (¿?) para el trabajo autónomo ha puesto de manifiesto las enormes discrepancias existentes sobre el tratamiento que debe darse al colectivo.

En los últimos días, el Gobierno ha presentado en sus enmiendas una batería de medidas con cierto matiz “populista” que, Inés-Mazuela-Rosado-1-1a nuestro entender, no ofrecen soluciones óptimas a los verdaderos problemas a los que nos enfrentamos los trabajadores y trabajadoras autónomos, y que se siguen adoptando sólo medidas de fomento, pero no de consolidación.

Ya explicamos en estas líneas el impacto que la tarifa plana ha tenido y que no ha resultado tan “medida estrella” como la pintan y, sin embargo, su ampliación ha sido la primera medida para la que se ha conseguido el necesario acuerdo para que salga adelante. No es que estemos en desacuerdo con su ampliación. Ello va a provocar, sin duda, un aliciente para muchas personas y va a facilitar el inicio de actividades que puede, que sin ella, no se llevasen a cabo.

Por tanto, consideramos positivo el acuerdo, aunque lo que reclamamos son muchos más acuerdos como éste en cuestiones que entendemos incluso más necesarias y perentorias.

Desde UPTA Andalucía, y como sabrán si nos siguen en esta revista, reclamamos encarecidamente medidas que favorezcan la consolidación de los negocios existentes; medidas de calado que permitan el desarrollo del trabajo autónomo en condiciones de calidad y con mejores niveles de protección social.

Una de estas medidas, sin duda, sería la cotización por ingresos reales, en atención al rendimiento neto mensual y que, incluso, se establezca un mínimo exento en caso que este rendimiento no alcance el SMI, es decir, tan sencillo como contribuir en función de lo que se ingresa. Esto, junto con la posibilidad de cotización a tiempo parcial, no sólo facilitaría la incorporación de muchas personas al RETA, sino que permitiría mejores niveles de consolidación, ya que haría el sistema más justo, progresivo y solidario.

Esto permitiría hacer emerger muchas actividades que se realizan en precario por no poder hacer frente a los costes que conlleva, debido a la inestabilidad de los ingresos o de aquellas actividades que necesitan de un tiempo de producción que no resulta ser rentable.

Piensen, en artistas o artesanos que necesitan tiempo en el taller o de ensayos para realizar sus obras, pero que, en estos periodos, no reciben ningún tipo de ingreso.

Además, evitaría gran parte de la economía sumergida que provoca importantes niveles de competencia desleal en muchos sectores de actividad ya que, al no tener que asumir los costes de seguridad social y hacienda, ofrecen precios más bajos que los que realizan sus actividades cumpliendo con sus obligaciones.

La lucha contra estas prácticas debe ser tarea de todos. Y no me refiero a las famosas denuncias anónimas que promueve el Ministro de Hacienda, sino a la necesaria corresponsabilidad social que, como ciudadanos y contribuyentes, deberíamos tener. Porque con estas prácticas podremos ahorrarnos unos euros, pero, en realidad, perdemos todos. Perdemos calidad en el empleo, perdemos protección social, perdemos derechos y generamos más desigualdad.

Pero para ello, primero tenemos que hacer que el sistema permita este desarrollo, que facilite el acceso y, sobre todo, el mantenimiento de las actividades, que genere trabajo de calidad. El trabajo autónomo que deseamos y que, entre todos, podemos conseguir.

Inés Mazuela Rosado

Secretaria General de UPTA-A

@InesMazuelaRo

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