El liderazgo femenino frente al liderazgo masculino

Según el Centro de Investigación PEW, en 2014, por primera vez, más de un 5% de los CEOS del Fortune 500 eran mujeres. Y de acuerdo con Lord Davies, el exministro de comercio británico, las mujeres representan en la actualidad el 23,5% de los miembros del FTSE 100.

Si bien es cierto que ha habido una clara mejora desde los días en los que no había ninguna mujer líder en la lista Fortune 500, todavía queda trabajo por hacer. Ya que en términos de salario, a pesar de las evidentes mejoras con el paso de los años, la brecha es aún palpable.

MDesiderio 2011Sin duda nadie puede garantizar que un Executive MBA asegure el éxito, sin embargo, es unas de las formas de mejorar la proyección en la carrera profesional de cualquiera, tanto hombres como mujeres. Además, durante el proceso de formación cada individuo puede mejorar a título personal en el desarrollo de sus responsabilidades profesionales, aumentando el nivel de confianza en sí mismo que tan importante es para alcanzar el liderazgo. Aun así, como ya comentaba anteriormente, no es efectivo para todos los casos, pero todo lo que ayude a mejorar profesionalmente y que además promueva la equidad entre hombres y mujeres valdrá la pena.

Una de mis compañeras, Barbara Singer Cheng, presidenta y directora ejecutiva de una de nuestras empresas corporativas enfocada en el desarrollo de líderes globales, afirmó que los programas de liderazgo femenino son excelentes, pero es importante otorgarle a las mujeres más funciones para ayudarles a crecer como líderes. Eso me lleva a concluir que, en este caso desde el punto de vista del liderazgo femenino, tener una titulación como resultado de la experiencia de un Executive MBA hace que haya más opciones de optar a un puesto de liderazgo.

Un estudio de Catalyst, una organización sin ánimo de lucro dedicada a crear lugares de trabajo confortables donde hombres y mujeres tienen igualdad de condiciones y oportunidades para avanzar profesionalmente, reveló algunos efectos clave del liderazgo femenino. Las empresas que cuentan con una mayor representación de mujeres en sus equipos directivos experimentaron un mejor rendimiento financiero que las empresas con un menor número de mujeres. Otro ejemplo es el de las compañías con una alta representación femenina en sus juntas directivas, que superaron significativamente a aquellas empresas con baja representación de mujeres en factores como el retorno de las ventas (en un 84%), el retorno del capital invertido (en un 60%) y la rentabilidad de los recursos propios (en un 46%).

Por tanto, si los datos tanto cuantitativos como cualitativos apoyan claramente la efectividad que supone tener más mujeres en posiciones de liderazgo, la pregunta que nos debemos hacer es ¿por qué existe todavía cierta brecha de desigualdad? La realidad es que tanto las empresas como la sociedad hacen frente a cualquier tipo de cambio de forma lenta y prolongada en el tiempo. Para que la desigualdad continúe estrechándose y en algún momento sea inexistente, la cultura de las empresas tiene que cambiar, aunque esto siempre resulta más fácil de decir que de hacer.

La buena noticia es que el cambio generacional rompe con los estereotipos y puede facilitar que el cambio se produzca a un ritmo más rápido que con la generación anterior. Además, cada vez más hombres en posiciones de liderazgo apuestan por la diversidad en sus equipos, lo cual también acelera el proceso.

Siendo realistas, todavía queda trabajo por hacer, pero sin duda el cambio está ya produciéndose y continuará acelerándose en los próximos años.

 

Michael Desiderio

Director ejecutivo de EMBAC

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