«Tenía claro que no bastaba con ser independiente, había que tener un carácter peculiar»

Mª PILAR RUIZ-ROSAS. EL CUARTEL

Mª Pilar Ruiz-Rosas es la directora creativa y socia fundadora de la agencia de publicidad y comunicación El Cuartel situada en Málaga. El éxito y la gran acogida de El Cuartel ha promovido la apertura de una segunda sede de la agencia en Madrid.

Y es que, es indudable que El Cuartel goza en la actualidad de una posición relevante en el ámbito de la comunicación y la publicidad. Prueba de ello son los numerosos reconocimientos que tuvo a lo largo de 2014.

El Cuartel obtuvo el tercer premio a la Mejor Agencia Independiente en los Premios Control 2014 y también fue reconocida con el galardón “Agencia del Año” en la gala de los Premios de Publicidad Agripina 2014 en Sevilla. Pero las celebraciones no han finalizado, ya que este año El Cuartel celebra su décimo aniversario.

¿Podría comentarme brevemente su trayectoria profesional previa a la creación de El Cuartel?

Tras estudiar Diseño y Publicidad, inicié mi andadura profesional como Directora de Arte en Madrid. Trabajé para grandes agencias del sector como Basat&Ogilvy y Mccann Erickson, al frente de cuentas como Telefónica, American Express o Renault. Allí conocí las entrañas del mundo publicitario nacional e internacional.

¿Qué le impulsó a crear la agencia de publicidad y comunicación El Cuartel? 

Quería tener la libertad de hacer las cosas de manera diferente y emprender en algo que era mi vocación desde pequeña.

Hace 10 años afloraban en Españas las agencias independientes, pero yo tenía claro que no bastaba con ser independiente, había que tener un carácter peculiar consiguiendo siempre resultados para nuestros clientes, era la única forma de tener continuidad.

¿Cuáles han sido los principales obstáculos que se ha encontrado en esta aventura empresarial?

Mis obstáculos han sido también mis propias ventajas competitivas: Cuando yo creé El Cuartel, con 32 años, la mayoría de las empresas del sector estaban regentadas por hombres con veinte años más que yo, sin embargo yo era mujer y joven. Eso impregnó mi empresa de diferentes matices y modos de trabajar.

La crisis también fue un obstáculo que, aunque llegó justo cuando la empresa se estaba consolidando, aún era de reciente creación y nos permitió amoldarnos.

Desde que fundó El Cuartel ¿cuáles han sido los momentos que le traen mejores recuerdos?

Disfruto de cada momento en la agencia, como con La iniciativa “Martes Matinal” en la que cada martes un profesional externo o un miembro del equipo comparte con nosotros sus conocimientos sobre algún tema, a veces relacionado con la comunicación y, otras veces, sobre temas colaterales que nos permiten mejorar como profesionales y como personas. Me encanta que estemos en la sala de juntas para otra tarea que no sea trabajar, aprender de personas muy interesantes y ver al equipo disfrutar.

Otro momento muy bonito de El Cuartel fue en las Navidades de 2007 cuando Buenafuente se hizo eco en su programa de TV de nuestro Christmas de Navidad con la iniciativa “Frente de Liberación Burrística” para apadrinar burros Ibericos en peligro de extinción.

¿Se han cumplido todos los propósitos que se planteó?

Nacimos con la idea de dar a nuestros clientes un servicio diferenciador, ser sus socios, sintiéndonos como un aliado con carácter pero con discreción. A día de hoy, El Cuartel está considerada por los Premio Control como una de las tres Mejores Agencias Independientes de España. Nos sentimos plenamente realizados tanto por la satisfacción de nuestros clientes como por el reconocimiento del sector.

El premio Control llega justo en el décimo aniversario de El Cuartel, y ha sido realmente gratificante. En este caso, no sólo se premia un trabajo concreto, una campaña o anuncio con chispa, sino a toda la agencia: la trayectoria empresarial, el haber sobrevivido a la crisis manteniendo una plantilla de más de veinte profesionales que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos.

Actualmente, El Cuartel ha abierto sede en Madrid, tiene una gran acogida y ha recibido diversos reconocimientos. ¿Cuál es su próximo objetivo profesional?

Solo conocemos una forma de evolucionar y es desechando todo aquello que no emocione, pues es el único modo de llegar al público y ofrecerle resultados a nuestros clientes. Como agencia creativa, queremos seguir realizando campañas que sean diferenciadoras no solo en conceptos, sino también en estrategias.

Como objetivo aspiracional queremos dignificar nuestro dañado sector, con un comportamiento impecable con todos nuestros interlocutores, clientes, empleados y proveedores.

¿Qué recomendaría a las mujeres que se plantean la posibilidad de emprender?

Que no tengan ningún tipo de complejo. Que se olviden de todos los prejuicios sobre la mujer que nos inculcan de pequeñas. En este sentido, hay una campaña de publicidad de Always, que invita a correr como una niña, luchar como una niña… la campaña titulada “Como una chica” muestra el componente peyorativo de debilidad que tiene el sexo femenino desde la infancia. Mi consejo es que “desaprendan” todos estos estereotipos: que trabajen como si fuesen el hombre con mayor potencial del mundo. Y que se formen en Finanzas y Gestión de Equipos, porque es fácil dejarse llevar por la pasión de iniciar un proyecto pero luego hay que darle continuidad.

¿Cómo valoraría el desarrollo del papel de la mujer a lo largo de los últimos diez años? ¿Considera que cambiará en los próximos diez años?

Tengo 42 años, una empresa reconocida a nivel nacional y 2 hijos. Por tanto, considero que el desarrollo real de la mujer en la empresa empieza porque el hombre en edades comprendidas entre los 30 y 50 años se responsabilice de la familia. La conciliación familiar está pensada para ambos. Si una mujer quiere cumplir metas profesionales necesita el apoyo de su pareja. Si he conseguido logros en mi vida es porque mi pareja me ha ayudado.

Finalmente, a nuestras lectoras les gustaría saber si le ha resultado difícil compaginar su vida personal y profesional.

Durante los primeros años de El Cuartel, dormía sólo cuatro horas y tenía una jornada laboral triple: mañana, tarde y noche. Ahora, he vuelto a recuperar algunas de mis aficiones y a poder dedicar más tiempo a la vida personal. Intento no trabajar los viernes por la tarde y el sábado lo dedico intensamente a la familia. Aún así, sigue siendo insuficiente.

La clave está en rodearse de personas más inteligentes que uno mismo, saber delegar en ellas y ser resolutivos. Así, aunque en mi recae la toma de decisiones, las soluciones se adoptan en conjunto y se evoluciona más. Solo no puedes, con aliados, sí.

María Cano Rico

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