La actividad emprendedora se mantiene estable en Euskadi

GEM, Global Entrepreneurship Monitor, muestra que la población del País Vasco en relación con la de territorios como Alemania y Estados Unidos, gem1percibe menos oportunidades para emprender y la Comunidad Autónoma presenta un nivel similar al del resto de las comunidades españolas. Por el contrario, la percepción de las capacidades para emprender de la población vasca es pareja a la de España y por encima de las capacidades que presenta la población alemana. Se observa una mejora muy importante del emprendimiento como una buena opción profesional. Sin embargo, el miedo al fracaso sigue siendo una barrera en este ámbito. En todo caso, quien emprende lo hace mayoritariamente porque observa una oportunidad, por una motivación muy fuerte relacionada con tener autonomía en su proyecto de vida profesional.

El perfil de la persona emprendedora del País Vasco se corresponde con un/a profesional con formación universitaria, una edad media de 40 años y las ideas claras respecto a un nicho de negocio, madurez que compensa las limitaciones del potencial emprendedor y de la actividad emprendedora del entorno. La tasa de jubilaciones de empresarios y empresarias con negocios consolidados es un dato revelador en la Comunidad.

Además, ee observa una mejora sustancial en la comparativa de género. La mujer emprendedora vasca también ronda los 40 años de media. Se trata de una profesional con estudios superiores que incluso percibe más oportunidades para emprender que los hombres y presenta menor temor ante un posible fracaso.

Con respecto a la calidad de las nuevas iniciativas, las ideas de negocio se enmarcan fundamentalmente en el sector servicios. Se trata de iniciativas empresariales con pocos empleados, que emplean entre cero y veinte personas.

Atendiendo al nivel innovador de las empresas vascas de nueva creación, muestra un nivel superior a la media europea y estatal, y la innovación está más presente en las empresas de nueva creación que en las empresas consolidadas. Además, la orientación internacional de las jóvenes empresas del País Vasco se ha reducido, si bien conviene señalar que un 30% de las nuevas empresas nacen con una visión internacional. Se ha reducido el capital semilla necesario para emprender, ahora gira en torno a 15.000 euros. Esta cantidad de capital semilla es la misma que en España.

El emprendimiento existente se basa fundamentalmente en la capacidad financiera de las personas emprendedoras, que aportan el 74% del capital necesario para el negocio. Los emprendedores salen al mercado con sus propios recursos y la financiación bancaria es mínima.

La valoración de políticas, programas e infraestructuras para emprender del País Vasco es sobresaliente, con un nivel superior a la media europea y española. La educación en primaria y secundaria destaca como el ámbito más débil del ecosistema emprendedor y se observa también un retroceso en los mecanismos de transferencia de I+D.

Las recomendaciones de los investigadores del Informe son las siguiente: fortalecer las políticas de apoyo al emprendimiento juvenil y también las de transición que faciliten la jubilación de personas empresarias, así como el traspaso y continuidad de su negocio; continuar apostando por la mejora de las herramientas para transferencia de I+D en las Universidades y centros tecnológicos que se orienten a la creación de start-ups; diseñar un buen currículum que fortalezca las competencias de emprendimiento e innovación del alumnado en la educación primaria; e insistir en la mejora y dignificación de la visión social sobre el hecho de emprender en la educación y en los medios de comunicación.

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