¿Qué valora la mujer trabajadora?

En el entorno actual lo que buscan las compañías para sus nuevas incorporaciones suele ser compromiso, flexibilidad y buenas habilidades relacionales. Es muy habitual que los candidatos cada cinco años cambien de proyecto profesional. Sin embargo, las compañías quieren contar  con el profesional el tiempo necesario para desarrollar un proyecto con garantías. La flexibilidad, por otro lado, es fundamental para adaptarse al momento de incertidumbre en el que vivimos. Lo que vale hoy puede cambiar el mes que viene, los profesionales deben poder adaptarse a cambios de posición, de proyecto, de localización e incluso salarial. Por último, las habilidades relacionales son muy importantes para poder llevar a cabo una función con éxito. Estas habilidades deben ser internas, con profesionales de la misma compañía, y también  externas, con partners, proveedores o clientes.

mpage_06Dentro de estas cualidades, las mujeres destacan en general por la capacidad de organización y de poder llevar a cabo varias tareas, siendo esta una competencia clave para gestionar los proyectos con una alta orientación a resultados. Especialmente, son fuertes también en las habilidades relacionales, es decir, suelen ser más cercanas y empáticas, logran conectar de manera natural con las personas y, por tanto, su capacidad de influencia y persuasión suele ser mayor. Esta cualidad es fundamental para dirigir equipos. Probablemente por el rol social que ha tenido la mujer dentro de la sociedad, están mejor conectadas emocionalmente con quien les rodea. Por último, suelen ser más creativas, lo que está relacionado con la innovación y la generación de nuevas ideas sobre la organización, que pueden dotar de más valor añadido a la compañía.

En general, es habitual encontrar mujeres en roles de middle management pero no tanto de alta dirección (según datos de Michael Page las mujeres ocupan un 38% de posiciones medias y un 22% en alta dirección). Eso se debe a que la mujer suele asumir mayor protagonismo en el cuidado de la familia y, por tanto, durante una etapa vital entre los 30 y 40 años, reduce su ambición profesional por el tiempo que requiere. Esta etapa, por otro lado, es clave para el desarrollo profesional. Son años en los que se avanza de roles de middle management a top management.

Las compañías cada vez ofrecen modelos más flexibles que permiten conciliar mejor con una cultura menos presencial, sin embargo, los roles de alta dirección suelen requerir una dedicación horaria que difícilmente puede compaginarse con una conciliación familiar. En el contexto actual, continúa siendo la mujer la que asume por voluntad propia o impuesta un papel protagonista en el cuidado de la familia. Si cogemos modelos de sociedades más avanzadas como la nórdica, la situación es diferente. Allí, el cuidado de la familia está a cargo de ambos progenitores y los horarios de trabajo están más racionalizados, lo que les permite a ambos conciliar y compaginar sus carreras profesionales.

En este contexto, lo que buscan las mujeres en las compañías son entornos que les permitan desarrollarse profesionalmente y compaginarlo con su vida personal. Es algo cada vez más habitual también en los hombres, especialmente en la generación millennial, que valora al mismo nivel el desarrollo de su carrera profesional  y la conciliación y la calidad de vida.

En España estamos avanzando en ese sentido, las compañías cada vez ofrecen modelos más flexibles y adaptados a las casuísticas de las personas, con independencia de si son hombres o mujeres. Sin embargo, el recorrido y el margen de mejora todavía es amplio.

Esther Carrera

Directora de Michael Page

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