«La formación que traemos de España es excelente pero nos sentimos inferiores y eso no puede ser»

ELENA LÓPEZ. UNIVERSIDAD JOHNS HOPKINS

La historia de esta joven sevillana no pasa desapercibida ante quien la conoce, tanto por su sobresaliente trayectoria como por su proyección internacional

Licenciada en Biotecnología por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Elena López es beneficiaria de una de las becas que cada año otorga la Caixa para cursar estudios de posgrado en América del Norte. Actualmente, Elena realiza su posgrado en uno de los centros educativos más prestigiosos de EE. UU., la Universidad Johns Hopkins, situada en Baltimore, Maryland.

En primer lugar, ¿nos podría hablar de su trayectoria académica?

Desde bachillerato tenía claro que quería realizar una carrera de ciencias. No sabía si biología, medicina… En aquel momento me recomendaron biotecnología. Una licenciatura que tenía mucha salida ya que era una disciplina abierta, muy amplia e innovadora. De modo que me animé a estudiar biotecnología, y mientras estudiaba,  empecé a trabajar en los veranos.

Hice dos becas del CSIC. Una en Barcelona, donde me inicié en la neurociencia; y la segunda en Madrid, donde desarrollé estudios enfocados al cáncer. En ese momento, la neurociencia empezó a interesarme más ya que era un campo que tenía muchas cosas por descubrir. Y, durante el curso académico, empecé a realizar prácticas en un laboratorio de neurociencia en la Universidad Pablo de Olavide.

Posteriormente, en el último trimestre de mi carrera decidí irme a Canadá con una beca Atlanticus para mejorar mi nivel de inglés. Fue una experiencia muy enriquecedora y decidí continuar mi formación fuera de España. El sistema americano es diferente al de España y creía que podía adaptarme bien a este. De modo que cuando finalicé mi carrera, tenía qué solicitar como irme. Me fui a Alemania con una beca Erasmus para coger cierta experiencia en el laboratorio y solicité la beca de la Caixa.

Mientras realizaba las solicitudes, me vine a la Universidad de Sevilla para hacer un master de investigación académica. Y, a lo largo de ese año, tuve varias entrevistas en EEUU. Al final me decidí por la Universidad Johns Hopkins.

¿Por qué esa universidad en concreto?

En España hay una separación muy amplia entre la investigación y el hospital. Están los médicos por una parte y los científicos por otra y no hay comunicación entre ellos.  Siempre he pensado que éste era un hueco que tenía nuestro sistema y que de alguna manera teníamos que llenar, ya que si los científicos y los médicos no se comunican entre ellos, no se tiene en cuenta el enfoque del paciente.

De este modo, cuando decidí irme, busque un programa de investigación aplicado a la medicina en el que hubiera una comunicación muy estrecha entre el médico y la investigación. De todas las universidades donde me entrevistaron,  Johns Hopkins era la que en mayor medida cumplía este requisito, ya que muchos de los profesores del centro son médicos científicos y la universidad está directamente comunicada con el hospital. Además, es una universidad en la que hay mucha colaboración entre los profesores de diferentes laboratorios. Es como estar dentro de una comunidad.

¿Se podría impulsar esa cultura colaborativa que posee EE.UU. en España?

Creo que es fundamental que haya esa comunicación. Es una necesidad que hay que cubrir y sería muy beneficioso para todas las partes implicadas. Sin esta colaboración estamos perdiendo la oportunidad de solucionar posibles enfermedades y carencias del sistema, ya que a los médicos pueden ocurrírsele determinadas ideas que a los científicos no o a la inversa. Ambas partes podríamos aprender muchísimo más si la comunicación fuera más fluida, se podrían desarrollar más patentes…

Hace un año fue beneficiaria de una de las becas de posgrado que cada año otorga la Caixa. ¿Podría describirnos el proceso de selección?

En primer lugar, se realiza una preselección de la solicitud en la que se tratan, entre otras cuestiones, los objetivos y metas de cada uno. Posteriormente, se hace una entrevista bilingüe, con otros candidatos. Además, se tiene que elaborar una lista con las universidades a las que se quiere ir y el motivo de dicha elección. A lo largo del proceso, también se abordan otros temas como a que te quieres dedicar en un futuro, la importancia de la formación elegida, si puede solventar alguna carencia que presente España.

¿Podría hablarnos sobre el proyecto de investigación que realiza en la Universidad Johns Hopkins?

Mi proyecto se enmarca en el campo de la neurociencia y está enfocado a estudiar la fisiología del cuerpo.  Estamos interesados sobre todo en el aprendizaje y la memoria, que se puede relacionar con enfermedades como el Alzheimer. Actualmente, mi investigación se encuentra en un punto más básico y trata de entender cómo cambian las conexiones neuronales durante el aprendizaje y como estas se hacen más fuertes o débiles dependiendo de si se utilizan más o menos para una determinada tarea, así como la identificación de las proteínas y moléculas implicadas en un proceso concreto.

En líneas generales, ¿cómo valoraría la experiencia de completar su formación superior en un país como EE.UU.?

¡Es una experiencia muy positiva! Aprendes mucho y no solo desde el punto de vista profesional.

En EE.UU., el alumnado no tiene que hacer un master previo como en España por lo que aquellas personas que optan por hacer un doctorado poseen niveles muy diferentes. En mi caso, llegue con un nivel muy alto entre la licenciatura, el máster… Aun así, es verdad que siempre había estudiado en español y el hecho de aprender vocabulario y expresiones nuevas en inglés, así como el saber desenvolverte -por ejemplo ser capaz de ponerte delante de una serie de profesores, que te bombardeen a preguntas y saber responder rápidamente en otro idioma- son competencias que he adquirido durante este año. Sin lugar a dudas, en EE.UU. la formación es más práctica y aprendes a resolver determinados problemas y casos prácticos a partir de la formación teórica previamente adquirida.

¿Qué consejos daría a otros jóvenes interesados en solicitar una beca de esta tipología?

Yo recomiendo que no se lo nieguen, que sueñen, y que con trabajo y esfuerzo, ¡todo se puede conseguir! Es verdad que hice mi carrera y tengo buenas notas, pero había tantos candidatos, que pensaba… ¿por qué me van a  coger a mí?  De hecho, fue curioso, porque hice una selección de más de diez universidades y me llamaron de las que consideraba las más ‘top’ y, por el contrario, no me llamaron de aquellas que consideraba de peor nivel.

La formación en España es muy buena. Cinco años de una licenciatura, más un año de máster. Tenemos una formación muy buena a nivel conceptual pero tenemos un hándicap por ser españoles. No lo explotamos o no invertimos lo suficiente en explotarla. Comparo mi curriculum vitae con el de mis compañeras en EEUU y es muy bueno. Hay que saber venderse, ya que en EE. UU. es algo que te enseñan desde pequeño y a lo que aquí no estamos acostumbrados. Y, de hecho, los españoles que estudiamos allí sacamos iguales o mejores notas que los estudiantes de allí.  La formación que traemos de España es excelente pero nos sentimos inferiores y eso no puede ser.

¿Cómo valora la presencia femenina en su campo de estudio?

En mi licenciatura había 55 chicas y 5 chicos. Por el contrario, en EE.UU. siempre había habido más hombres que mujeres, hasta el año en el que yo entré en el que el número se equilibró y, de hecho, este año hay más mujeres. No hay duda de que las mujeres estamos pisando fuerte. Aun así, en el profesorado sigue habiendo más hombres. No sé si con el cambio generacional esto cambiará.

En EEUU promueven mucho la equidad en la contratación postdoctoral: por sexo, raza… Luchan mucho porque haya igualdad. Además, en el campus tenemos una asociación de mujeres que organizan charlas con profesionales y directivas de éxito que vienen y cuentan su experiencia con el fin de fomentar el liderazgo femenino.

Finalmente, ¿algún mensaje que quieras transmitir?

Si algún mensaje puedo transmitir es que no te lo niegues a ti mismo, ni te infravalores por venir de la Universidad Pablo de Olavide o de la Universidad de Sevilla. Estamos muy bien formados y somos competentes al mismo nivel o más que el que nace en EE. UU.

María Cano Rico

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