“La misma creatividad que empleamos con los niños es la que llevamos dentro y la que nos hace soñar sin límites”

Apasionada, dinámica e inquieta, así se describe la emprendedora Luz Sigueiro, creadora de Artesanitos, una empresa de cerámica, especializada en el desarrollo creativo infantil utilizando como elemento el barro.

Argentina y ceramista de profesión, a los 21 años, Sigueiro montó su primer taller de cerámica en Buenos Aires, donde estuvo tres años, hasta que decidió mudarse a España. Una vez aquí, comenzó con un taller de cerámica en su casa, en el cual daba clases a niños y adultos. Además, al mismo tiempo daba talleres de cerámica a extraescolares en diversos centros educativos. Y, hace cuatro años, por fin creó Artesanitos, que desde 2014 expandió en franquicia.

Sigueiro comenta que Artesanitos surgió por la necesidad, esencialmente, de pasar más tiempo con sus hijos. “Empecé a pensar de qué manera mis clases de cerámica se podían hacer por la mañana, además de por la tarde, y cómo poder llevar mi taller a más sitios”, indica. De este modo, nace Artesanitos como un taller móvil de cerámica para niños, el cual se va desplazando geográficamente en función de la demanda. Actualmente, en España tienen un total de nueve centros situados en Cantabria, Zaragoza, Barcelona, Lleida, Madrid Centro, Madrid Sur, Castellón, Alicante y Valencia. Aun así, Sigueiro quiere expandirse a otros países “en un futuro no muy lejano”.

Concretamente, Artesanitos trabaja con un esquema de franquicias en donde cada franquiciada tiene una formación muy completa, sobre todo en el área pedagógica. “Somos la primera franquicia en España que otorga una titulación a sus franquiciadas en Técnico en Cerámica Pedagógica Emocional”, explica.

Sigueiro también ha detallado que la tarea no es sencilla, ya que trabajar con un modelo de franquicia tan distinto supone muchos riesgos, pero el desafío es “grande y gratificante”, con lo cual el balance siempre es positivo. Además, ha señalado que le pone alma y vida a todo lo que hace. Artesanitos ha sido premiado con reconocimientos a nivel educativo y corporativo a nivel nacional e internacional y pretende no solo mantener esos estándares, sino también elevarlos.

Además, Artesanitos cuenta con una metodología pedagógica propia, en la cual la premisa número uno es el respeto hacia la creatividad infantil y las necesidades del niño. “Nuestra metodología de trabajo basada en el amasado de churros y bolas, permite que los niños quieran hacer infinidad de creaciones y nosotros somos sólo guías en su trabajo. Esto permite que nos planteemos objetivos ambiciosos, lo cual conlleva a una subida del autoestima altísima para los niños, ya que el trabajo que llevan a casa es muy apreciado por las familias. Trabajamos mucho el área emocional buscando que descubran el arte y la creatividad a través del barro”, detalla. Además, Sigueiro ha explicado que la misma creatividad que emplea con los niños es la que «llevamos dentro y la que nos hace soñar sin límites”.

Al preguntarle por sus objetivos, Sigueiro ha indicado que a corto plazo van a iniciar el curso de capacitación y apuestan por la consolidación de Artesanitos, ya que esperan la llegada de nuevas franquiciadas. Y, a largo plazo, pretenden seguir creciendo e innovando.

Con respecto a su situación laboral, Sigueiro la describe como inmejorable. “Siendo madre de tres hijos, lo primero sin lugar a dudas es la familia, y lo que me ofrece Artesanitos es poder estar junto a ellos mientras desarrollo mi actividad”, lo que se suma al hecho de “poder liderar e impulsar un proyecto innovador y diferente, que parece ofrecer un sin fin de oportunidades”. Aun así, también ha comentado que un emprendedor no desconecta nunca al 100%. De hecho, ha detallado que al pasar tiempo junto a sus hijos a menudo le dicen: “Mamá, mira qué bonito esto, lo podríamos hacer para Artesanitos”. Aun así, no le resulta “molesto o tedioso” ya que para esta emprendedora nata: “Artesanitos no es solo un trabajo, es una parte de vida la cual amo, así como amo trabajar y crear cosas con barro”.

María Cano Rico